En la pequeña ciudad de Sapantza, en el condado de Maramures en Rumanía, se encuentra un cementerio inusual. El Cimitirul Vesel -o «Cementerio Alegre» – es un cementerio lleno de lápidas talladas a mano. En ellas hay divertidas imágenes que describen quién está enterrado allí, o incluso cómo vivió esa persona. Stan Ioan Patraş, nacido en 1904 en Sapantza, es el responsable de estas lápidas de colores brillantes e inteligentemente subtituladas. Comenzó a tallar las lápidas del cementerio en 1935, así como a escribir y pintar las imágenes de los difuntos en las lápidas. Una de las lápidas dice: «Ioan Toaderu amaba los caballos, otra cosa más que le gustaba mucho: sentarse en una mesa en un bar, junto a la esposa de otro». En un lapso de 40 años, Patraş talló sin ayuda, escribió poemas y pintó más de 800 lápidas. Falleció en 1977- después de tallar su propia lápida para el Cementerio Alegre.
Este cementerio se ha hecho mundialmente famoso por sus coloridas lápidas con pinturas ingenuas que describen, de manera original y poética, a las personas que están enterradas allí, así como escenas de sus vidas. Actualmente, se ha convertido en un museo al aire libre y una atracción turística nacional incluyéndose en el turismo cultural y arquitectónico. De hecho, tienen tarifas para los turistas por acceder al cementerio y también por sacar fotos a las lápidas. Se recomienda visitar el cementerio con un guía o al menos usar una app del móvil para traducir, ya que las lápidas están en rumano.
Algunas de las inscripciones más curiosas:
Desde que fui un chiquillo
era conocido como Stan Ion Pătraş.
Escuchame chaval,
no hay mentiras en lo que voy a contar.
Durante toda mi vida
no hice daño a nadie
hice tanto bien como pude
a quien me lo pidiera.
Oh, mi pobre mundo
porqué es tan duro vivir en él.
Inscripción de Stan Ion Pătraş, creador de las lápidas alegres
Aquí es donde reposo
Ion Griguta es mi apodo.
Cuando estaba en la tierra
de la pipa yo fumaba
y evitaba el trabajo.
Cuando empecé a cuidarme
la mala salud me encontró.
No tuve la suerte de hacerme viejo
y dejé la vida con 57 años
en 1942.
Ion Griguta, el fumador
Aquí descanso.
Stefan es mi nombre.
Tanto como viví,
me gustaba beber.
Cuando mi esposa me dejó,
bebía porque estaba triste.
Después bebía mucho más
para sentirme feliz.
Así que no fue tan malo
que mi esposa me dejara,
porque salía a beber
con todos mis amigos.
Bebí muchísimo,
y ahora, todavía estoy sediento.
Tú que vienes de visita
a mi lugar de descanso,
de vino de una botellita.
Stefan, el borracho del pueblo
Debajo de esta pesada cruz
descansa mi pobre suegra.
Si hubiera vivido tres días más
yo estaría aquí y ella leyéndola.
Tú que estás de visita
intenta no despertarla
para que no vuelva a casa
a comerme la cabeza,
y tenga que actuar
de una forma que no vuelva.
Reposa aquí mi querida
s-u-e-g-r-a.
Desde mi tierna infancia
como Ion Irina fui conocida.
Después de casarme,
Mihai Irina me llamaban.
Con Toader, mi esposo,
estuvimos juntos en lo bueno y en lo malo.
Ahora nuestros caminos se separan
y le dejo muy triste.
Dos hijos quedan atrás
uno se fue a España
Ion Irina – Mihai Irina, 1932-2000
Aquí es donde descanso.
Stan María es mi nombre
y cuando estaba en la tierra
mucho pan sagrado cociné.
Pan que hice para el pueblo,
para que 4000 habitantes
lo tomasen cuando tenían hambre.
Hubiera deseado vivir más
y hacerme vieja
pero dejé la vida
con 76 años.
Stan María, la joven panadera
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Grupo Preventiva
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