La potencia de luz contratada en el hogar es la máxima cantidad de energía que puede una vivienda consumir en un instante determinado para poder hacer uso a la vez de diferentes equipos o electrodomésticos.
Cuando se da de alta un suministro eléctrico debe tener por normativa y de forma obligada un Interruptor de Control de Potencia (ICP) que registre el término de potencia de su vivienda. Si se da el caso de que la vivienda se exceda en el consumo de potencia establecida, el sistema se dispara cortando el suministro eléctrico, al menos hasta que el usuario vuelve a ponerlo en marcha tras desconectar algún aparato.
Lo que ocurre habitualmente es que la potencia que tenemos contratada en España entre todos los consumidores suele ser 1/3 mayor que la que realmente necesitamos.
Hay que tener presente que la potencia que contrates es decisión tuya y no de la compañía eléctrica comercializadora, por eso si decides bajarla están obligados a hacerlo.
Reducir la de potencia eléctrica en el hogar puede ser una medida de ahorro, sobre todo tras las variaciones del precio de la electricidad y más al tratarse de un coste fijo en la factura de la luz. Si a esto sumamos la situación actual de crisis, ha llevado a que los usuarios estén solicitando a las eléctricas que les bajen la potencia contratada en sus hogares y empresas para ahorrar en las facturas de la luz.
Pero antes de bajar la potencia contratada de electricidad es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:
En primer lugar comprobar cuánta potencia tienes contratada: esta información suele aparecer en tu factura de la luz, en la zona de información del titular.
Llamar compañía eléctrica donde tienes contratado el suministro eléctrico: debes tener en cuenta que por bajar la potencia no tienes ninguna obligación de cambiar de compañía ni de contrato.
Reducir la potencia de luz contratada en su justa medida: en caso contrario, la artimaña puede salir por alrededor de 300 euros. Expertos en el sector eléctrico advierten que si la potencia tras la modificación del contrato se quedase por debajo de la necesaria, la reparación para que los aparatos que van a estar conectados a la vez en una instalación concreta pudieran funcionar podría alcanzar los 300 euros. Por eso necesario realizar una medición correcta antes de cambiarse de tarifa.
La necesidad de potencia que contrates depende de tu gestión de esa energía: es decir, de que no pongas muchos equipos, instalaciones ni electrodomésticos al mismo tiempo funcionando en el hogar.