Por sencillo que pueda parecer la acción de regar, existen varios puntos a tener en cuenta si queremos obtener los mejores resultado en nuestro huerto urbano.
El riego es una de esas cosas que depende de nosotros mismos y aunque a primera vista puede parecer muy fácil, la cantidad y la frecuencia del riego es un asunto de vital trascendencia para la salud de nuestro huerto.
Además el riego resulta fundamental en nuestro huerto urbano si queremos tener éxito con nuestros cultivos y que prosperen.
Por ejemplo, al tratarse de pequeños recipientes, el riego tiene que dosificarse de manera correcta y la falta de agua puede secar la planta, pero el exceso también puede ahogarla.
Por eso a continuación os damos algunas ideas y consejos prácticos sobre el riego para el huerto urbano:
Debemos tener en cuenta que las necesidades de riego de un huerto no son siempre las mismas, dependen de varios factores, como el tipo de plantas, el clima, la ubicación o el sustrato.
Mantener el sustrato siempre hidratado: es importante dejar intervalos de tiempo sin regar, para airear la tierra o el sustrato. Puedes comprobar el grado de humedad simplemente introduciendo tus dedos hasta el fondo de la mesa de cultivo, si en la parte inferior está seca, hay que regar.
Evita mojar las hojas de las plantas: ya que en época de mayor temperatura como en primavera y verano podemos quemarlas, en otoño e invierno mojar las hojas facilita el desarrollo de hongos y enfermedades.
Preferible la falta de agua que el riego en exceso: es mejor que de vez en cuando las plantas pasen un poco de sed, que no que estén constantemente húmedas y encharcadas.
Factores que ayudan o dificultan la evaporación del agua: debemos tener en cuenta ambos factores que ayuden o dificulten la evaporación del agua, por ejemplo, los días nublados o si el huerto está en una zona de sombra, las necesidades de riego son diferentes.
Observar a menudo tu huerto para estar atento a los cambios de las condiciones climatológicas: aunque hayas optado por instalar un sistema de riego automático no te olvides de seguir observando el huerto y estar atento a sus necesidades concretas en cada momento.
El agua de mayor calidad es el agua de lluvia: lo ideal es instalar algún depósito para recoger el agua de lluvia.
Si tienes macetas de barro: debes recordar que las paredes son porosas y pierden agua por ahí, normalmente necesitarán más riego que una de plástico o esmaltada.
Llenar la regadera de agua por la noches: para que el agua esté a temperatura ambiente cuando vayas a regar por la mañana o también puedes dejarla reposar una noche y así permitir que pierda el cloro por evaporación.
Es preferible regar a primera hora de la mañana o por la noche.
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