En primer lugar debemos tener muy claro en qué consiste una hipoteca, es decir, su definición: esta se refiere a un inmueble, habitualmente una vivienda, que actúa como garantía del pago de un crédito, esto quiere decir que aunque la vivienda o la finca queda en poder del propietario, el acreedor está en condiciones de realizar su venta en el caso de que la deuda no sea pagada en el plazo que se haya pactado.
El realizar una hipoteca hoy en día y más con los tiempos que corren, es algo muy serio, por eso debemos tener en cuenta una serie de consideraciones antes de contratar o firmar una hipoteca.
Estos son algunos consejos prácticos que te pueden ayudar antes de tomar la decisión de firmar una hipoteca:
Negociar el tipo de interés: debemos intentar en la medida de lo posible conseguir el interés más bajo posible, también es importante revisar las cláusulas de nuestra hipoteca antes de firmar para que no existan variaciones en los tipos de interés.
Evitar las comisiones de apertura: se trata una cantidad que hay que pagar al banco en el momento de realizar hipoteca, pero debemos saber que esta comisión puede ir desde el 0% a 3% sobre el importe total de la hipoteca.
Cuidado con las vinculaciones: normalmente los bancos ofrecen un mejor o peor interés en función de la vinculación que tengas con la entidad bancaria, es decir, tarjetas de crédito, seguros, fondos de pensiones, etc. Para ello es necesario que analices si te interesa obtener un mejor interés y vincularte en otros aspectos al banco o por el contrario obtener un interés más alto pero desvincularte en otros aspectos.
Considerar la dación en pago: actualmente ante la situación actual de crisis económica y el gran número de desahucios que se producen, ya son varias las entidades bancarias que incluyen la dación en pago.
Pedir la cantidad de hipoteca estrictamente necesaria: este aspecto es muy importe, ya que no debemos pedir más dinero del necesario para cubrir el precio del inmueble, ya que en muchas ocasiones los bancos también pueden ofrecernos más dinero del que necesitamos, y lo único a lo que nos pueden llevar es a un mayor endeudamiento y que en un futuro no podamos asumir.
Atentos a las cláusulas suelo: este se trata de un porcentaje mínimo de interés que se aplica a los pagos de las hipotecas. Aún hoy en día se siguen incluyendo en algunas hipotecas esta cláusula, por eso debemos tener cuidado.
Fijar un plazo razonable de amortización: en función de tus necesidades y de tus posibilidades es necesario que analices detenidamente un plazo de amortización que veas viable a tus circunstancias.
La comisión por amortización total: estas comisiones se pagan al liquidar una parte o de forma total el importe de la hipoteca. Por eso, antes de firmar debes negociar este aspecto con el banco, ya que en el momento que vayas a cancelar la hipoteca pueden cobrarte una comisión.