Los seguros de accidentes tienen por objeto principal atendernos ante una invalidez temporal, una invalidez permanente o por fallecimiento a causa de un accidente. Antes de contratar este tipo de seguros es importante realizar una evaluación de lo que vamos a necesitar, por lo que es recomendable seguir una serie de pautas para decidir cuál es el seguro contra accidentes que más nos conviene.
Análisis de nuestra situación
No solamente es necesario tener claro lo que necesitamos, sino qué es lo que económicamente nos podemos permitir. La contratación de un producto que no se ajuste a nuestra situación podría acarrearnos problemas en el futuro en vez de servirnos de ayuda.
Búsqueda por internet
Buscar un seguro de accidentes a través de la red nos permite ahorrar dinero y encontrar una opción que resulte realmente adecuada a nuestras necesidades. Para ello podemos usar uno de los varios comparadores de seguros existentes, que nos ayudarán a determinar cual presenta las condiciones más ventajosas.
Protegernos contra los riesgos
¿A qué riesgos nos exponemos durante nuestras actividades tanto personales como de trabajo? Debemos identificarlos y de esta manera, contratar lo que realmente necesitamos, evitando la contratación de seguros con una variedad de servicios que probablemente nos serán inútiles.
Costes bien cubiertos
¿Qué necesitamos para cubrir nuestros costes en caso de un accidente? Conocer las situaciones que cubre nuestro seguro es importante, pero también debemos tener muy en cuenta el coste límite de aseguramiento que ofrece. No es aconsejable elegir un seguro que nos ofrezca una suma inferior a la que se podemos necesitar, porque en caso de un accidente lo que buscamos es estar cubiertos en casos de emergencia.
Existen dos grupos de garantías según la indemnización sea una prestación económica o una asistencia sanitaria. Más aún, unas compañías usan el término de incapacidad permanente y otras de invalidez, si bien se refieren a lo mismo. En ambos casos la incapacidad permanente/invalidez puede ser de tipo parcial, total, absoluta o gran invalidez.
Si contamos con la garantía de la asistencia sanitaria la aseguradora nos prestará la asistencia sanitaria que necesitemos por el importe y duración máxima pactada en nuestra póliza.
Si por el contrario recibimos una indemnización económica según el tipo de lesión sufrida encontraremos con los siguientes tipos:
Indemnización sin parciales. Indemnización con el capital total contratado si la invalidez causada por el accidente es permanente y absoluta.
Indemnización con parciales. Indemnización si la invalidez causada por el accidente es permanente absoluta o bien permanente y parcial.
Indemnización de forma progresiva. Indemnización tanto si la invalidez causada por el accidente es permanente absoluta o permanente y parcial. Así logramos no tener que asegurarnos por el máximo capital desde el principio para cualquier situación, y disponer un mayor nivel de protección para las peores situaciones a un menor coste.