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El transporte público es un sistema integral de medios de transporte de uso generalizado, su finalidad es de dar solución a las necesidades de desplazamientos de las personas. Podemos decir que el transporte público se basa fundamentalmente en criterios de solidaridad.

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La utilización del transporte público tiene muchas ventajas y debe ser algo que se fomente y más aún en la situación actual que vivimos de crisis. Una de las consecuencias en la economía particular ha sido la revisión de muchos de los gastos que asumimos como habituales, en este caso el transporte.

El transporte público actualmente aunque pueda parecer una opción menos cómoda que la del transporte privado, ya no es como antiguamente. Ahora los ambientes climatizados, las mejoras en accesos, plazas y horarios, así como otras comodidades es una de las mejores opciones si pensamos en la movilidad dentro de las grandes ciudades.

Estas son algunas de las ventajas y beneficios de usar el transporte público:
Es la alternativa más ecológica para los desplazamientos que se hacen en la ciudad.
La emisión de gases es mucho menor. Contamina menos que el vehículo privado.
La alternativa idónea para mejorar la movilidad urbana y evitar en gran medida las retenciones y atascos de las ciudades.

Más económico que utilizar el vehículo privado.
El transporte púbico es más rápido y cómodo.
Habitualmente el uso del automóvil conlleva la búsqueda de aparcamiento en zonas saturadas. Con el transporte público llegas a tu destino sin complicaciones y sin estrés.

Puedes ir leyendo, o descansando mientras llegas a tu destino.
En proporción a los viajeros que llevan, ocupan mucho menos espacio, consumen menos energía en su uso, consumen menos recursos en su construcción, que el automóvil privado.

En definitiva, podemos decir que las principales ventajas de usar el transporte público son: reduce la contaminación de las ciudades y por otro lado descongestiona el tráfico, ahorrando tiempo en los desplazamientos. Además, mitiga el cambio climático y reduce el estrés tanto de las personas que no conducen como de las que conducen.
Como nota final, si sólo el 10% de los usuarios del coche se desplazasen en autobús, se ahorrarían 770 millones de litros de combustible y se evitaría la emisión de cuatro millones de toneladas de dióxido de carbono cada año.