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Ya es mucha gente la que sueña a menudo con la posibilidad de tener su propio huerto en casa. Además un pequeño huerto urbano puede resultar muy útil no solo como vía de escape a todos estos elementos que nos alejan de la naturaleza, sino que puede ser una forma muy atractiva de aprender viendo el ciclo de vida de las plantas.

 ¿Te gustaría tener una huerta en tu terraza o jardín?
Por suerte, en el mercado existe un concepto algo distinto al huerto tradicional: se trata del huerto urbano. Este sistema aprovecha las técnicas de cultivo de antaño para concentrar toda nuestra cosecha en una mesa de reducidas dimensiones que podemos colocar directamente en nuestra terraza.

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¿Qué se necesita para crear un huerto urbano?
Si nos decidimos por este sistema de cultivo, debemos tener en cuenta que no todas las terrazas son apropiadas para su colocación.

En un principio es necesario un mínimo de 5 o 6 horas de luz directa al día. La orientación también es importante, una orientación hacia el sur será, además, la ideal para nuestro huerto en miniatura.
Es recomendable tener un grifo cerca para facilitar las labores de riego.
Si nos se dispone de una toma de agua cercana, podemos colocar un depósito de agua en la terraza de 25 o 50 litros.

A continuación os damos algunos consejos para cuidar vuestro propio huerto urbano:
Herramientas:
para el huerto al aire libre, la pala es una de las herramientas esenciales para realizar gran parte de los trabajos más pesados. Si el espacio lo permite, una pequeña carretilla es de gran utilidad. La azada y el bieldo son otras dos herramientas para trabajos en la superficie del suelo, excavar hoyos, mullir la tierra y recoger hortalizas.

Labores de mantenimiento: básicamente, consisten en preparar el terreno para un cultivo, hacer la siembra o plantación, cuidar el desarrollo de la hortaliza y recogerla. Lo que hay que hacer es adecuar la época para cada una de estas actividades y combinarlas del modo más racional posible, no sólo por las afinidades o incompatibilidades que presente cada vegetal, sino también por ahorrar tiempo y esfuerzos. es importante consultar un calendario de siembra.

Lucha contra plagas y enfermedades: el huerto pequeño, no da lugar a la aparición de las plagas características de los grandes cultivos, pero eso no evita que se vea afectado por las mismas procedentes de zonas próximas. Debemos buscar algunos de los métodos tradicionales de gran eficacia como las trampas para babosas y caracoles, etc.

Escardas: se trata de una cava muy ligera que sirve para mantener la tierra suelta, impedir la formación de grietas, costra y alguna hierbas que no nos interese. La circulación del aire es mejor, el agua de lluvia y el riego se absorbe mejor, ya que en la superficie sin labrar escurre sin llegar a profundizar.

Poda: en horticultura consiste en despuntar el tallo principal por encima de la 4-5 hoja con objeto de que ramifiquen y aumenten la producción algunas hortalizas como son el tomate, pimiento, calabaza, etc., y eliminar los brotes auxiliares de las ramas para frenar el desarrollo vegetativo.

Tutorado: consiste en colocar un sostén a las hortalizas de tallos, trepadores o rastreros, para impedir su contacto con el suelo, favorecer la aireación e iluminación de la planta, así como las labores de riego, escarda, recolección, etc.