La alimentación es un apartado clave en la economía familiar. Por una parte, la dieta forma parte del eje de la vida sana y la salud de toda la familia. Por la otra, el gasto en comida es significativo dentro del presupuesto mensual. Ahorrar en comida y no pasar hambre es posible si seguimos una serie de consejos:
- A la hora de comprar no vayas con hambre al supermercado. Cuando compramos con mucho apetito es muy fácil gastar más allá de nuestro listado inicial. Los supermercados intentan que compremos cosas que no necesitamos y nos invitan a gastar en los alimentos más caros y no necesariamente mejores ni más saludables. Por ello, tenemos que ir al supermercado sin hambre y con un listado cerrado.
- Comprar alimentos de temporada es clave para contar con comida fresca y a buen precio. Sobre todo, frutas, verduras y los productos más frescos son los más recomendables de comprar cuando toca su temporada. Esto implica que diseñemos nuestra dieta y los menús de la semana en función de la época del año en la que estemos.
- Aprovechar ofertas para comprar para varios meses para productos no perecederos. Especialmente alimentos con larga duración como congelados, envasados y productos que no caducan. Comprar al por mayor en tiendas especializadas también es interesante para aquellos productos no perecederos.
- Reducir el consumo de carne. La carne, además de tener precios altos, no es muy saludable si su consumo es alto. Es importante incluir en la dieta carne de ave y especialmente de pavo, mientras se reduce drásticamente el consumo de carnes rojas. El menor consumo de carne se notará en nuestro bolsillo.
- Reducir el consumo de azúcar. Todos aquellos productos con alto contenido en azúcar tienen que ser prácticamente eliminados de nuestra dieta. Esto supondrá un importante ahorro, pero también una dieta más saludable. Dejar de comprar galletas, bollería, pastelería, bebidas azucaradas, refrescos, zumos envasados (mejor los zumos naturales a partir de frutas de temporada), chocolate, helados y dulces tendrá un beneficio muy importante para nuestro presupuesto familiar.
- Aprovechar ofertas de productos con caducidad para congelar. Cuando haya ofertas de productos perecederos es muy bueno comprar en grandes cantidades. Como su tiempo de caducidad es limitado, lo mejor es cocinarlos y luego congelarlos. Así nos durará varias semanas y habremos ahorrado de forma importante.
- No comprar comida precocinada. Es más barato y saludable cocinarlo uno mismo que comprar comida precocinada. De cara a ahorrar tiempo y dinero, lo mejor es cocinar mucha comida y luego congelarla. A medida que vayamos consumiendo la comida vamos descongelando la misma.
- A la hora de comprar compara el precio por unidad y no el precio final. Un truco típico de supermercado es poner como oferta un producto con un precio bajo, pero en realidad el precio por unidad de medida es mucho mayor que otros productos iguales que están en venta. La referencia de medida es clave para saber si compramos más barato o más caro.
- Valora la posibilidad de comprar marcas blancas cuando la relación calidad precio sea buena. Hay oportunidades en marcas blancas de alimentación. Los supermercados y grandes superficies tienen a veces productos de alimentación con su marca a muy buen precio y que sus fabricantes son marcas muy reconocidas por su calidad. En estos casos es interesante ahorrar dinero comprando calidad a muy buen precio.
- Usa cupones de descuento y tarjetas de descuentos. A veces es útil para ahorrar tener tarjetas de descuento y usar cupones de descuento. Por ejemplo, hay tarjetas de descuento que usamos en gasolineras y que nos dan puntos de descuento para el supermercado. En el caso de que usemos con frecuencia el coche, podemos reducir un poco la factura mensual de compra de comida.