Una de las garantías que puede incluir un seguro de decesos es la asistencia a la vida diaria por fallecimiento. Vemos en qué consiste.
El seguro de defunción o seguro de decesos es uno de los seguros más popular en España con más de ocho millones de pólizas contratadas que aseguran a más de veintiún millones de personas, según datos de la asociación empresarial de aseguradoras UNESPA. A la hora de contratar un seguro de decesos es muy importante conocer las coberturas que incluyen. Las principales coberturas de un seguro de decesos son:
Servicio funerario: Son los servicios y gestiones necesarias para realizar un entierro o incineración, como son el certificado médico de defunción, el féretro, urna, coche fúnebre y de acompañamiento, tanatorio, flores, recordatorios, esquelas en prensa y radio, servicio religioso o civil, gastos de incineración o inhumación, pudiendo incorporar también la unidad de enterramiento (nicho, sepultura o columbario) con su correspondiente lápida e inscripción.
Traslado nacional: Garantía que contempla todos los gastos derivados del traslado del fallecido en un lugar a otro elegido por la familia dentro del territorio español.
Repatriación: Garantía que contempla todos los gastos derivados de la repatriación del fallecido de un país a otro previamente fijado en el contrato para su entierro o incineración.
Además de estas tres coberturas, los seguros de decesos incluyen cada vez más servicios y garantías como las siguientes:
Seguro de accidentes: Este seguro te garantiza una indemnización en caso de que sufras un accidente, es decir, por una causa violenta, inesperada, externa y ajena a ti, que te provoca incapacidad o incluso el fallecimiento. (En ocasiones puede incluir también la cobertura de los gastos de la asistencia sanitaria que puedas necesitar).
Asistencia en viaje: Incluye diversas prestaciones en caso de que te encuentres en dificultades de todo tipo cuando estás fuera de tu domicilio (tanto en España como en el extranjero) y, especialmente, en el transcurso de un viaje (por ejemplo, localización de equipajes, gasto de hospitalización hasta un determinado límite, asistencia por robo, etc.).
Subsidio por incapacidad temporal: Esta cobertura te garantiza una prestación económica diaria si un accidente o enfermedad que requiere la asistencia y/o tratamiento médico te provoca una incapacidad temporal por la que no puedes dedicarte a tu actividad laboral o profesional.
Subsidio por hospitalización: Te garantiza una prestación económica diaria si, como consecuencia de una enfermedad o un accidente, tienes que ser hospitalizado.
Asesoría jurídica: Esta cobertura garantiza el asesoramiento, las gestiones y el pago de los gastos que puedan tener tus familiares cuando, tras tu fallecimiento, deben conseguir determinada documentación jurídica (certificados, pensiones, etc.).
Testamento notarial y testamento vital: Te facilita y cubre los gastos que te genere hacer un testamento notarial abierto en España o modificar otro ya hecho anteriormente. También incluye el documento de instrucciones previas (conocido como testamento vital) por medio del cual puedes expresar objetivos, voluntades e instrucciones vitales, anticipándote a que, llegado el momento, tu salud no te permita expresar tu voluntad (por ejemplo, que en caso de hospitalización, no deseas recibir visitas de determinada persona; designación de determinada persona para tu asistencia y cuidado y cumplimiento de las propias instrucciones previas; deseo de que no exista funeral u honras fúnebres; donación de tu cuerpo a la ciencia o incineración en caso contrario, etc.).
Asistencia psicológica: Prestación de atención psicológica a tus familiares tras tu fallecimiento, algo muy conveniente en caso de fallecimientos traumáticos, de menores, suicidios, huérfanos menores de edad, etc.
Gestión final de la vida digital: En caso de fallecimiento, si tus familiares lo solicitan, el seguro se ocupa (siempre que sea posible) de localizar tus cuentas y perfiles en páginas web, foros, chats, redes sociales, blogs, etc. La aseguradora también puede eliminar, traspasar o conservar en un soporte digital (DVD o memoria USB) los archivos que tengas en sistemas de almacenamiento en servidores (nube de Internet). Además, la aseguradora comunicará el fallecimiento a los responsables de los ficheros para que cancelen tus datos y eliminen tus perfiles y cuentas en redes sociales (siempre que sea posible identificar a los responsables ante los que pedir esta cancelación). Debes tener en cuenta que la compañía no puede garantizar el resultado de estas gestiones.
Contratar un seguro se puede convertir en una verdadera aventura. Distintos precios, distintas coberturas, distintos términos (algunos de ellos incomprensibles para la mayoría de los mortales), … Cada vez hay más necesidad de contratar un seguro, a veces por obligación legal como el seguro del coche y otras veces por las ventajas que tiene como el seguro de hogar, el de viaje, el de salud o los de vida. Los amplios servicios que incluyen los seguros y la seguridad de estar tranquilo con una buena póliza son grandes atractivos que hacen que aumente el número de personas que termina decidiéndose por contratar uno o varios.
¿En qué nos tenemos que fijar a la hora de contratar una póliza de seguros? Aunque los factores que influyen en el precio de un seguro y la comparación entre productos aparentemente similares pueden llegar a ser muy complejos, hay una serie de puntos a tener en cuenta cuando contratemos un seguro:
Las coberturas y garantías de la póliza. Son las prestaciones de una póliza y los riesgos que están cubiertos por el seguro. A veces los aseguradores no son conscientes de todo lo que pueden tener cubierto, como ocurre en ocasiones con el seguro de hogar que tienden cada vez más a ampliar sus garantías y coberturas.
Los periodos de carencia. Es el periodo en el que todavía no se puede disfrutar de la cobertura. Los periodos de carencia pueden llegar a ser muy importantes como en el seguro de salud, que hasta pasado varios meses el asegurado no se puede beneficiar de determinadas garantías.
Las exclusiones. Son los riesgos que no tienen cobertura o riesgos que teniendo cobertura en la póliza pueden a llegar no tener cobertura si se dan determinadas condiciones. Cada vez hay menos letra pequeña en los contratos y en las pólizas se aclaran cada vez más aquellos riesgos que quedan excluidos de cobertura. Quizás un asegurado busca contratar un seguro para cubrir determinados riesgos y por no leer la póliza y por no contar con el asesoramiento adecuado descubre que no está cubierto como necesita después de contratarla.
Los límites económicos de protección. Son los importes de dinero que marcan el tope a partir del cual no tiene cobertura en la póliza. Estos límites pueden llegar a influir mucho en el precio del seguro. A veces ocurre que el asegurado buscando ahorrar dinero en el pago del seguro reduce los límites y cuando necesita el seguro ante un siniestro se siente desprotegido porque los límites económicos no le permiten estar totalmente cubierto.
Por lo tanto, antes de firmar un contrato de seguro es muy importante revisar estos cuatro puntos y contar con el asesoramiento profesional adecuado para luego no llevarse sorpresas poco agradables.