Compartir wifi es posible desde que la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) dictaminó positivamente en septiembre de 2010, una resolución a petición de una promotora de pisos de protección oficial en Sant Cugat en régimen de alquiler, en la que autorizó instalar una red wifi con acceso para todos los vecinos.

Normalmente la mayoría de los usuarios domésticos de Internet no necesita una conexión de banda ancha de varias decenas de megas. Es por eso que en muchos casos, compartir una conexión Wifi es una idea que nos puede hacer ahorrar bastante dinero, principalmente en comunidades de vecinos, y nos da acceso a la red para cuando la necesitemos.

Existen tres requisitos para permitir la explotación conjunta de la red wifi que son:
La inexistencia de ánimo de lucro.
Que la red y el servicio no estén abiertos al público en general.
Que prestataria del servicio sea un operador, no la comunidad que entre otras cosas no puede ofrecer un servicio de atención al cliente.

Además en las comunidades de vecinos casi todos los edificios que disponen de ascensor, tienen la obligación de tener una línea de teléfono contratada, y sobre esta línea es perfectamente legal contratar una línea ADSL distribuible entre todos los vecinos de la comunidad de vecinos.

Incluso existen actualmente en Internet páginas web donde puedes registrarte y esta te devuelve una lista con los vecinos, de tu edificio y edificios colindantes, que quieran compartir los gastos de una conexión wifi a internet. Y así poder ponerte en contacto con ellos y poder llegar a algún tipo de acuerdo respecto al tema.

Una de las páginas donde puedes realizar este tipo de consulta es www.compartirwifi.com sólo los vecinos que realmente desean compartir la señal se ponen en contacto y además todo esto se realiza por un sistema de emails privado.
Por eso quizá sea una buena idea que en la próxima junta de propietarios plantees llevar a cabo este tipo de instalación, ya que, cuenta con ciertas ventajas.

Las principales ventajas de compartir una conexión wifi con los vecinos:
Un ahorro significativo: cada vecino pagará sólo su parte, que es el resultado de dividir el número de líneas instaladas entre el número de viviendas, cada propietario suele pagar entre 5 y 10 euros al mes.

Un mejor servicio: normalmente, las empresas instaladoras que están especializadas en este tipo de servicios son muy profesionales y procuran atender con la máxima celeridad y eficacia las incidencias que puedan ocurrir más seguridad. La compañía instaladora suele implantar claves y filtros para no dejar un ordenador a disposición de cualquiera. También se establecen cortafuegos y sistemas ids de detección de intrusos.