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Son muchas las personas a las que les preocupan los problemas económicos que se pueden derivar de su fallecimiento y que puedan afectar a su familia. Ya que sus hijos o familiares pueden encontrarse en la situación de no poder hacer frente a los gastos ocasionados por el fallecimiento del familiar.
Un seguro de vida es una forma de proteger a los familiares del asegurado en caso del fallecimiento de este. Es decir, te permite proveer de recursos económicos a la familia en caso de muerte del asegurado.
Así, los beneficiarios del seguro de vida reciben una cantidad de dinero en concepto de indemnización.
Si estás pensando en contratar un seguro de vida debes tener en cuenta que no es una tarea sencilla, ya que debes elegir correctamente las garantías que necesitas para así ahorrar dinero y no contratar coberturas innecesarias.

No obstante, algunos de los beneficios que puedes obtener si contratas un seguro de vida son:

Proveer  de ingresos económicos al cónyuge e hijos por un plazo determinado

Proveer ingresos para la educación de los hijos.

Poder cancelar saldos de deuda (hipotecarios, prendarios, crediticias o personales)

Pagar deudas que tuviese el asegurado, tal como servicios médicos, fúnebres, etc.

Proveer un fondo para una futura jubilación

Además de estos beneficios que puede ofrecerte un seguro de vida existen otras garantías denominadas complementarias o adicionales que suelen ofrecer las compañías aseguradoras y que se pueden incluir en el seguro de vida. Normalmente las garantías adicionales solo se pueden contratar como complemento a la garantía principal del seguro no de manera independiente.
Algunas de las garantías adicionales que suelen ofrecer las aseguradoras con los seguros de vida son:

Incapacidad permanente y absoluta. 

Incapacidad total y permanente (profesional)

Doble capital en caso de accidente

Enfermedad grave

Seguros de decesos alternativa a los seguros de vida
La necesidad de una familia de contratar un seguro de vida dependerá de sus circunstancias económicas o personales.
Sean las circunstancias que sean las de tu familia puede ser muy conveniente tener contratado un seguro de vida o un seguro de decesos antes de que situaciones como fallecimientos inesperados aparezcan por sorpresa.
 
En este sentido, los seguros de decesos son una alternativa más económica que los seguros de vida y además te permiten que en el caso de fallecimiento, sea la compañía aseguradora quien se encargue de todas las gestiones y trámites administrativos relacionados con los servicios fúnebres o traslados.

Es normal que a la hora de firmar una hipoteca nos surjan muchas dudas, habitualmente la mayoría de las entidades bancarias suelen añadir por defecto a la hora de firmar una hipoteca otros productos, como pueden ser los seguros.
Es decir, en ocasiones los bancos asocian a la oferta hipotecaria la contratación de algún tipo de seguro, el número y el tipo de producto varía en función de las condiciones del crédito. Lógicamente cuanto mejores son las condiciones del crédito mayor es el número de productos que intentan hacernos contratar.
Lo que hacen los bancos en este caso es mejorarnos las condiciones del crédito, pero debemos tener muy presente el coste que va a suponer la contratación del seguro.
 
El seguro más habitual que suele solicitarse por parte de las entidades bancarias al contratar una hipoteca es el seguro de vida. Este permite al asegurado protegerse frente a una posible situación de apremios económicos para su familia en el caso de fallecimiento.
Es por eso que antes de firmar una hipoteca debemos tener muy claros nuestros derechos y saber si estamos obligados contratar otros productos vinculados a la hipoteca o no. Además, los bancos están en la obligación de aclararte cualquier duda antes de firmar la hipoteca, lo mejor es no firmar nada sin haber leído por completo todos los documentos y la letra pequeña.
 
En cuanto a la pregunta de si es obligatorio contratar un seguro de vida al firmar una hipoteca, si echamos un vistazo a lo que establece la legislación española y la Unión Europea la contratación de dichos productos no es obligatorio contratarlos por parte del cliente. Con lo que si nos podemos encontrar es que el banco no nos quiera conceder el préstamo sino firmamos con ellos algún producto adicional.
 
Por lo tanto, los bancos no pueden obligar a ninguna persona o empresa a contratar un seguro de vida al firmar una hipoteca. Y aunque la ley lo prohíbe es algo que la mayoría de la gente desconoce y es fundamental tenerlo claro antes de firmar la hipoteca.
Pero si se da el caso que ya has firmado la hipoteca y desconocías que no te pueden obligar a contratar un seguro de vida con la hipoteca, debes saber que puedes cancelarlo o darlo de baja en cualquier momento, eso sí, es importante antes de nada leer la letra pequeña del contrato por si hay algún tipo de comisión por cancelación del seguro.

Una vez que hayas cancelado el seguro de vida asociado a tu hipoteca, puedes contratar el seguro con la compañía que desees. O si no tienes contratado ningún seguro de vida asociado a tu hipoteca también puedes contratarlo en una compañía aseguradora que tú elijas y que te puede ofrecer mejores condiciones, no solo de coste de la prima del seguro sino también mejores coberturas y garantías.
Otra opción al seguro de vida puede ser el seguro de decesos, este es una forma de proteger a nuestra familia tanto a nivel personal como familiar. Este seguro que te permite tener la tranquilidad de que en caso de fallecimiento del asegurado sea la compañía aseguradora la que se encargue de las gestiones y de los costes. 

Las compañías aseguradoras ingresaron en primas por la venta de pólizas durante el año 2014 la cantidad de 55.343 millones de euros, un 0,84% menos en relación al año anterior. Pero lo que respecta al primer semestre del año 2015 se ha percibido una mejoría sobre todo en lo que respecta a los seguros de vida.
El negocio de los seguros no vida en España ha vuelto a crecer en el primer semestre de este año 2015 un 2,37% tras tres años de caídas consecutivas. Este ha repuntado hasta un 0,8% con 30.544 millones de euros, según datos aportados por el director general de ICEA (organización de estudios sobre seguros).

El ramo de seguros de no vida se ha visto beneficiado por la mejora del seguro de automóvil, durante el año 2014 este ámbito asegurador generó 9.882 millones de euros en ingresos, según datos presentados por Unespa, la patronal del sector seguros. Podemos decir que la venta de pólizas de vida sumó 16.387 millones de euros en el primer semestre del año (+2,37 por ciento).
La facturación del ramo vida se contrajo un 11,81 por ciento en el primer semestre del año a 11.384 millones.
Estas cifras se deben a la buena evolución de la economía española y esta tendencia de cambio puede que se mantenga a lo largo de este ejercicio. De hecho, si la situación no evoluciona negativamente en 2015 las primas de los seguros de no vida crecerán entre un 2,5% y un 2,7%.
 

Protección de un seguro de vida
Un seguro de vida ofrece protección financiera a la familia ante los riesgos de muerte o incapacidad a los que pueda estar expuesto el asegurado. La cobertura principal de un seguro de vida es cubrir la muerte del asegurado, con el fin de proteger a sus hijos y/o cónyuge y reducir así el impacto económico que se puede producir con el fallecimiento del tomador del seguro.
Un seguro de vida resulta fundamental en aquellos casos en los que la familia del asegurado depende económicamente de sus ingresos. Y en el caso de que falte esta persona sustentadora de la familia, la aseguradora compensará económicamente con una indemnización. Por lo tanto, en aquellos hogares donde se depende de los ingresos de una sola persona, resulta casi indispensable contratar un seguro de vida.
Es por eso que ya son muchas las personas que han tomado conciencia de la importancia que tiene disponer de un seguro de vida.

Poder ahorrar siempre es importante y más aún en tiempos de crisis y con dificultades económicas por las que actualmente están pasando muchas familias en nuestro país. Y es que el poder ahorrar en el presente significa una reserva para el futuro, ya que de esta forma las familias podrán afrontar compromisos futuros y cuanto antes se comience a ahorrar mejor.
Pero para poder ahorrar hay que tener unos ingresos, algo que para muchas personas actualmente resulta bastante difícil. Y si a la situación económica complicada que ya estamos pasando sumamos que los salarios son bastante bajos, el reto de ahorro para las familias se convierte realmente en eso, en un reto.
 
Según los últimos estudios sobre consumo indican que un 28% de los españoles dispone de entre 10 y 100 euros al mes para consumir, es decir, que una vez pagado o cubiertos los gastos que supone la vivienda, alimentación y facturas básicas esa es la cantidad de dinero que disponen para el consumo, o en este caso para el ahorro.

Casi la mitad de las personas encuestadas dice poder ahorrar como máximo unos 100 euros al mes, un 37% dice poder ahorrar entre 100 y 400 euros, mientras que un 18% tiene una capacidad de ahorro de 500 a 1.000 euros al mes.
A pesar de las dificultades para el consumo, estudios recientes demuestran que el ahorro familiar está creciendo, aunque tenemos que citar que un porcentaje importante del ahorro familiar se debe a la revalorización de los productos financieros que muchas de las familias ya tenían contratados con anterioridad.
Cuando pensamos en seguros puede que lo primero que nos venga a la cabeza sea el seguro de coche o el del hogar, pero los seguros pueden tratarse también de un eficaz agente financiero y por lo tanto una forma de ahorrar o sacar rentabilidad a tu dinero.

Es por eso, que los seguros son también una fórmula de ahorro muy cómoda para las familias ya que permite ir ahorrando en pequeñas cantidades.
Datos aportados por el Banco de España indican que el ahorro financiero de las familias españolas durante los tres primeros meses de este año 2015 creció un 3,5% y por primera vez ha superado los 2 billones de euros, de esta cantidad el 10,4% de los activos financieros se debe al ahorro con seguros y entidades de previsión social. Mientras que el ahorro con fondos de pensiones supone un 5,6% del total del ahorro de las familias.

Por lo tanto, podemos ver que los seguros son uno de los activos financieros que más ahorro suponen para las familias. Entre los diferentes tipos de seguros que existen actualmente en el mercado son los seguros de vida los que más porcentaje de ahorro aporta a las familias, le siguen los seguros colectivos y las entidades de previsión social.

Podemos aportar una serie de datos en función de los activos financieros y el ahorro que supone a las familias:

Seguros de vida y seguros colectivos: 1,95 billones de ahorro a las familias.

Los fondos de pensiones: 106.411 millones de euros.

Una de las mejores formas de poder proteger el nivel económico de aquellas personas que más queremos es contratando un seguro de vida.
Un seguro de vida permite a quienes lo hayan contratado, la protección de aquellas personas que tengan a su cargo. La finalidad de un seguro de vida es ofrecer una indemnización a los beneficiarios legales de la póliza en el caso del fallecimiento del asegurado o tomador del seguro.
 
Así, en el caso de un fallecimiento o incapacidad, gracias al capital asegurado, con un seguro de vida puedes proteger a tu familia o a ti mismo y tener la tranquilidad de poder hacer frente a los gastos habituales de la vida diaria.
Si ya te has decidido a contratar un seguro de vida, debes saber que existen 5 claves para elegir adecuadamente un seguro de vida.

Conocer los diferentes tipos de seguros de vida: este resulta un punto fundamental, ya que existen en el mercado diferentes productos y que si no conocemos desde un principio las diferencias entre ellos puede llevarnos a elegir el menos adecuado. Los principales seguros de vida que existen en el mercado son:

Seguros de fallecimiento, también denominados seguros de riesgo. Este tipo de seguros permite que en el caso de fallecimiento del asegurado, los beneficiarios puedan cobrar el capital asegurado.
Seguros de supervivencia, en ocasiones también se denominan seguros de ahorro. Este tipo de seguro garantiza el pago del capital asegurado a los beneficiarios designados en la póliza en el caso de que el asegurado aún viva una vez que haya finalizado el seguro.
Seguros mixtos, éstos garantizan el pago del capital en caso de fallecimiento del asegurado o en el caso de que este aún viva una vez finalice el contrato del seguro.
Seguros de decesos: también podemos encontrarnos con este tipo de seguros que cubre los gastos derivados del entierro del asegurado.
 

El capital asegurado: una de las características principales de los seguros de vida es el pago de una indemnización y que depende del fallecimiento o supervivencia del asegurado, esta indemnización se denomina capital asegurado. En este aspecto debemos tener muy claro tres conceptos, el asegurado que es la persona de cuya vida depende el pago del capital, el tomador del seguro que será quien contrata y paga la prima y que puede ser el mismo que el asegurado, y por último está el beneficiario, que será quien percibirá la indemnización en caso de fallecimiento del asegurado.

Elegir las coberturas adecuadas: cada compañía aseguradora puede ofrecer diferentes coberturas, e incluso las hay que nos permiten elegir entre diferentes garantías y añadir otras complementarias. Debemos meditar este apartado detenidamente para elegir la más adecuada a nuestras necesidades y circunstancias.

Comparar precios en las diferentes compañías aseguradoras: los precios pueden variar entre las aseguradoras, es decir, el mismo producto lo podemos encontrar con diferentes precios en distintas compañías. Para poder agilizar esta tarea de comparación podemos utilizar las herramientas de comparación de seguros que existen actualmente en Internet. También podemos calcular el precio de nuestro seguro a través de las herramientas que ofrecen las aseguradoras en su página web, es el caso de Expertia Seguros, que ofrece una herramienta de cálculo de la prima de tu seguro.

Carencias y/o franquicias: existen compañías aseguradoras que pueden incluir en los seguros de vida algún tipo de carencias, es decir, puede que algunas coberturas no cubran a determinadas personas en determinadas circunstancias. Este aspecto debemos tenerlo muy en cuenta antes de firmar la póliza para no llevar posteriormente ninguna sorpresa.

Con la contratación de un seguro de vida podrán obtener una tranquilidad de carácter económico tanto el asegurado como sus familiares en caso de fallecimiento, ya que se asegura que los beneficiarios del seguro puedan cobrar un capital o disfrutar de una renta durante un periodo de tiempo.
Una vez pensado contratar un seguro de vida, es necesario conocer cuál es su fiscalidad para poder disfrutar de estos ingresos y no llevar después ninguna sorpresa.
 En cuanto a las deducciones fiscales, un seguro de vida actualmente no tiene ninguna deducción en nuestra declaración de la renta, ni una bajada en la base del IRPF, a excepción de los Planes de Previsión Asegurado (PPA), estos se consideran una reducción de los rendimientos del trabajo hasta cierto límite.

A pesar de no tener deducción fiscal, un dato a tener en cuenta es cómo se deben tributar las prestaciones de los ingresos obtenidos de un seguro de vida.
En este sentido, la tributación de la indemnización de un seguro de vida en el impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) corresponde al beneficiario del seguro cuando fallece un familiar.
La tributación de los seguros de vida va a depender de la figura del tomador del seguro y del beneficiario, este aspecto es importante:

En el caso del que el tomador y el beneficiario sean la misma persona tributará por el Impuesto de la renta de las Personas Físicas (IRPF).

En el caso de que el tomador y el beneficiario son distintas personas tributará por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD).

Se considera un rendimiento del capital mobiliario tanto si se percibe un capital de una vez como si se cobra una renta, de forma que se debe integrar en la base imponible del IRPF.
Existen diferentes tipos de rentas para los beneficiarios de los seguros de vida, las principales son:

Rentas temporales: esta renta es una aportación de un dinero mensual por parte de la aseguradora y durante un periodo de tiempo que está establecido en la póliza.

Rentas vitalicias inmediatas: es una cantidad al mes hasta la muerte del asegurado. En este caso el rendimiento se realiza mediante la aplicación de un porcentaje que dependerá de la edad del beneficiario.

Rentas vitalicias diferenciadas: esta es una cantidad al mes desde una fecha en el futuro y que se establece en el momento de la contratación del seguro.

El porcentaje de retención del IRPF de los seguros de vida dependerá del tipo de renta y de las cantidades percibidas, este porcentaje de aplicación es común a todos los ciudadanos. Normalmente los porcentajes de aplicación son los siguientes:

19,5% hasta 6.000 euros.

21,5% desde 6000 hasta 50.000 euros 

23,5% si superan los 250.000 euros.

Aunque los seguros de vida garantizan el pago de una indemnización a los asegurados en caso de fallecimiento, es decir, la entidad aseguradora indemniza en caso de muerte, tanto si esta fue producida por una enfermedad o por un accidente, debemos tener muy presente el tema de las exclusiones en los seguros de vida.
Un seguro de vida busca garantizar la protección de las personas o familiares que el asegurado puede tener a su cargo, de esta forma en el caso del fallecimiento de este, sus beneficiarios o los herederos pueden acceder a una indemnización.

La indemnización que recibe el beneficiario en los seguros se denomina capital asegurado y la forma de cobrarlo habitualmente suele ser en una única vez o a modo de renta financiera. Generalmente, los beneficiarios de un seguro de vida son los familiares del asegurado, aunque también pueden tratarse de sus socios o de sus acreedores.
 
Existen determinados seguros que pueden tener algunas exclusiones, uno de ellos es el seguro de vida. Por lo tanto antes de contratar un seguro de vida debemos de analizar con detalle las condiciones del seguro y si incluye alguna exclusión saber que cuales son para no llevarnos después ninguna sorpresa.
Pero ¿qué es una exclusión en los seguros? Una exclusión es aquella situación que en el caso de producirse no queda cubierta por el seguro de vida. Las exclusiones en los seguros son provisiones que excluyen la cobertura de gastos por un evento específico. Es decir, existen determinadas causas en los seguros que no están cubiertas.
Una de las exclusiones más habituales en los seguros de vida es la del suicidio durante el primer año de vigencia de la póliza. Además en la gran mayoría de los seguros de vida que se comercializan en España existen exclusiones, algunas de las principales exclusiones que suelen incluir en los seguros de vida son:
 

El suicidio durante el primer año de vigencia de la póliza.

En la cobertura de invalidez permanente se suele excluir las consecuencias de los actos negligentes.

Accidentes derivados de la práctica de deportes de riesgo.

Actos imprudentes del asegurado.

Siniestros causados con intención.

Actos de imprudencia temeraria.

Radiación nuclear o contaminación radioactiva.

Siniestros causados debido a embriaguez o por hacer uso de estupefacientes.

Guerra. Hechos de carácter político/social.

Temblor de tierra, erupción volcánica, inundación, fenómenos meteorológicos extraordinarios.

 
Es muy recomendable conocer y leer con detenimiento las exclusiones que establezca el seguro de vida que hayamos contratado. En las condiciones generales que se entregan al contratar las pólizas se pueden consultar todas las garantías y exclusiones de los seguros. Por eso, no está demás antes de contratar un seguro de vida, echarle un vistazo al condicionado para saber si podemos estar afectados por dichas exclusiones.
 
No obstante, hay que tener en cuenta que ante las exclusiones de un seguro de vida, un seguro de decesos puede ser una alternativa para proteger a nuestros familiares en caso de fallecimiento.

Un accidente laboral es toda lesión orgánica o funcional, inmediata o posterior, incluyendo la muerte, que se puede producir repentinamente en el ejercicio o con motivo del trabajo, sin importar el lugar o tiempo en que se presente y al trasladarse directamente del domicilio al lugar del trabajo y viceversa.
Un accidente laboral es el indicador más evidente de que pueden existir unas malas condiciones de trabajo. Y por muy inesperados o sorprendentes que puedan parecer, no se producen por casualidad, sino que son consecuencia de una situación anterior en la que existían unas determinadas condiciones que hicieron que se produjera el accidente.

Detrás de los accidentes laborales siempre hay alguna causa natural, no son producidos por causas misteriosas o sobrenaturales, ni tampoco podemos echar la culpa a la mala suerte o resignarnos ya que de esta forma no es posible prevenir que puedan volver a suceder. La lucha contra los accidentes laborales es siempre el primer paso de toda actividad preventiva.
 
Cuando hablamos de accidentes laborales normalmente nos viene a la mente trabajadores de sectores como son el de la construcción o del transporte y suelen pasar desapercibidos los accidentes ocurridos en las oficinas, y aunque suelen ser estos últimos de menor gravedad que los que suceden en otros sectores no por ello dejan de ser importantes.
 
Los trabajadores que corren el riesgo de sufrir accidentes o lesiones más frecuentes son los siguientes:

Los albañiles y empleados de la industria de la construcción

Los obreros que laboran en las fábricas

Los empleados de oficina

Los empleados de talleres

 
En cuanto al tema de la prevención de riesgos laborales existen dos elementos claves en el tema de la prevención, sea del sector que sean, por un lado usar el sentido común y por otro respetar todas las medidas de seguridad que nos indiquen en la empresa.
Para poder prevenir los accidentes laborales debemos conocer de primera mano cuáles son las principales causas que producen los accidentes laborales. Por eso para prevenir los accidentes laborales más usuales debemos tener en cuenta las siguientes causas de los accidentes:
 
Las causas principales que suelen producir los accidentes laborales más usuales son:

Cansancio: el cansancio suele ser una de las mayores causas de accidentes en el trabajo. Cuando se está cansado no estás tan alerta y consciente y por lo tanto es más fácil que se produzca un accidente.

Sobre esfuerzo: el sobre esfuerzo es otra causa principal de accidentes que a menudo resultan en lesiones en el trabajo.

Descuidos: los descuidos son otra razón de accidentes en el trabajo. Algunas personas pueden hacer varias cosas al mismo tiempo mientras que otros necesitan enfocarse en una cosa a la vez.

Técnicas incorrectas: la técnica incorrecta o falta de entrenamiento puede causar accidentes laborales, especialmente cuando manejas maquinaria o equipo manual.

 
Según las estadísticas se calcula que los accidentes representan alrededor del 10% de la mortalidad del trabajo. Es por eso que es muy conveniente disponer de un seguro de accidentes para poder tener la tranquilidad en el caso de que se produzca una situación inesperada tras un accidente.
En este sentido, Expertia Seguros, ofrece un seguro de accidentes que garantiza un capital por el fallecimiento por accidente o por invalidez permanente absoluta o parcial por accidente. 

Si nunca has tenido que hacer frente a los gastos y gestiones administrativas que supone el fallecimiento de un familiar, como pueden ser los gastos de sepelio has de saber que su coste se puede situar en España entorno a los 2.000 y los 4.000 euros.
Por todo ello, aparecen los seguros de decesos que son un tipo de seguro que cubre principalmente los gastos de sepelio, garantizando el pago de los servicios de funeral, tanatorio, flores, entierro o incineración.

A la pregunta de cuáles son los principales motivos para contratar un seguro de decesos existen varias respuestas, ya que son varios los gastos y trámites que deben realizar los familiares del fallecido. No obstante, los principales son:

La familia del asegurado no tendrá que ocuparse ni preocuparse de nada en momentos tan complicados como es la muerte de un familiar o ser querido.

Ayuda a evitar muchas gestiones o decisiones que deben tomarse en una situación en la que no podemos pensar con claridad, facilitándonos gestiones burocráticas y administrativas.

Disponibilidad inmediata del servicio: ventaja que puedes disfrutar con los seguros de decesos y no con los de vida, ya que los beneficiarios de los seguros de vida antes de poder percibir el capital deben pagar el impuesto de sucesiones.

Coste reducido: normalmente el coste de un seguro de decesos es menor que un seguro de vida.

Contratación de una póliza de decesos: pueden contratar un seguro de decesos personas que no se les puede hacer un seguro de vida, como pueden ser los menores de edad o personas de avanzada edad.

Por otro lado, sus principales coberturas son:

Servicio fúnebre y servicio funerario como puede ser: tanatorio y montaje de capilla ardiente, féretro, coche fúnebre, corona, etc.

Orientación legal para algunos trámites.

Trámites legales: como pueden ser el certificado de últimas voluntades, certificado de defunción, solicitud y tramitación de pensiones de viudedad, etc.

Traslado nacional o internacional del féretro: en caso de querer ser enterrado en una localidad concreta.

Asistencia en viaje para los asegurados: garantizando la repatriación del cuerpo a España y el viaje de su acompañante para trasladarse al lugar del fallecimiento o volver a territorio español.

Sepultura: ya sea una lápida, nicho o cremación.

Asistencia Médica y Protección Familiar para los asegurados: con la finalidad de incluir un servicio telefónico de orientación y asistencia médica para la protección de la salud familiar.

Seguros de decesos de Expertia Seguros
Expertia Seguros es especialista en seguros de decesos y ha creado un nuevo seguro que se ajusta a las necesidades de cada familia y todo ello en una oferta unificada y con facilidades de pago.
Las coberturas del seguro de decesos de Expertia Seguros ofrecen los mejores estándares de calidad para cubrir las necesidades actuales del mercado. Todo ello basado en unas garantías mínimas con la opción de incluir seguros y coberturas complementarias al seguro de decesos.

Suele ser bastante habitual que muchas personas confundan o crean que es lo mismo el seguro de vida y el seguro de accidentes. O creen que se trata del mismo producto pero llamado de otra forma.
Aunque en ambos tipos de seguros sea la integridad física del asegurado lo que queremos protege, son dos seguros independientes y diferentes. Pero en realidad tienen más diferencias que similitudes, puede ser cierto que en algunas coberturas coinciden, pero en la mayoría no.
 
Es por eso que antes de contratar un seguro debemos tener muy claro en qué consiste un seguro de vida y un seguro de accidentes y conocer sus coberturas para poder elegir cuál de los dos te ofrece la protección más adecuada.
 
Antes de analizar las diferencias y semejanzas entre un seguro de vida y un seguro de accidentes vamos a conocer la definición de ambos tipos de seguros:

Seguro de vida: este actúa como resguardo frente a una posible situación de apremios económicos, para su familia en caso de su fallecimiento.

Seguro de accidentes: este cubre los gastos de un accidente con un pago único, una cantidad diaria o mensual o un pago por la pérdida de la vida en un accidente.

 
Las principales diferencias y semejanzas entre un seguro de vida y un seguro de accidentes son:
 

La diferencia fundamental es que el seguro de vida cubre el riesgo de muerte y/o invalidez por cualquier causa, tanto en caso de accidentes como enfermedad. En cambio,  el seguro de accidentes cubre la muerte o la incapacidad siempre que sea por un hecho accidental.

Coberturas y prestación de servicios: el seguro de vida suele incluir la gestión de los trámites del fallecimiento por cualquier causa (enfermedad, suicidio a partir del primer año, infarto, muerte por causas naturales, etc…), mientras que los seguros de accidentes cubren los gastos sanitarios y traslados hospitalarios, situaciones de invalidez parcial o absoluta sobrevenidas por un siniestro.

Cálculo de la prima del seguro: en cuanto a la diferencia de las primas entre un seguro de vida y un seguro de accidentes es que en los seguros de vida la prima se calcula, entre otros aspectos, en función del capital de cobertura, el sexo y edad, salud o profesión del asegurado. Mientras que en los seguros de accidentes, la prima no varía con la edad, sexo o salud del asegurado, pero sí en función del capital que queramos asegurar.

Coberturas adicionales: normalmente ambos tipos de seguros, ya sean los de vida o accidentes permiten añadir coberturas adicionales para poder amoldar o completar el seguro a su medida.

Precio del seguro: normalmente suelen ser mucho más económicos los seguros de accidentes que los seguros de vida al cubrir solamente las contingencias derivadas de un accidente.