Los viajes en el espacio entre planetas puede ser una realidad en las próximas décadas. Las agencias espaciales están desarrollando muchos proyectos en relación a la vida y los viajes en el espacio. Entre estos proyectos, la agencia espacial NASA ha desarrollado un protocolo ante el fallecimiento de un astronauta en un viaje espacial. Puede parecer macabro, pero es un riesgo real que un astronauta fallezca durante su estancia en el espacio. En esta situación es necesario tener previsto todos los procedimientos a implementar en estos casos.
Actualmente, las estancias de los astronautas en el espacio son muy cortas y tampoco hay viajes interplanetarios, por lo que los riesgos de que se produzca un fallecimiento en el espacio son pequeños. Hasta ahora, solo se contempla que si un astronauta fallece en la Estación Espacial Internacional (ISS), el cuerpo será envuelto en una bolsa de plástico y transportado de vuelta a la Tierra en la Soyuz. Un caso específico fue cuando un astronauta musulmán, el malayo Muszaphar Shukor, viajó a la ISS. En este caso los imanes autorizaron para que, si el astronauta fallecía y si no era posible su devolución a la Tierra, se pudiera realizar un funeral espacial.
Estas situaciones pueden evolucionar a un escenario en que haya viajes y estancias muy largas en el espacio lo que conlleva a que se tengan de desarrollar todo tipo de protocolos, mecanismos y proyectos nuevos hasta ahora. Entre estos protocolos destaca qué hacer con el cadáver de un astronauta fallecido en el espacio, como por ejemplo durante un viaje al planeta Marte.
La NASA ha estudiado estas situaciones y se ha planteado qué hacer con un cadáver en un viaje espacial. En teoría, una posible solución será enviar el cuerpo del fallecido al espacio y dejarlo flotar en el cosmos. En la práctica, no es viable ya que técnicamente sería equivalente a abandonar un cuerpo en el mar o en el campo. En cambio, tampoco es viable que el cadáver esté como tal en la nave por los riesgos que puede generar la para la salud mental y física del resto del equipo de astronautas. Una solución que ha propuesto la NASA se centra en enviar el cuerpo de nuevo a la Tierra.
El procedimiento desarrollado por la NASA incluye un velatorio del fallecido dentro de la nave y el aislamiento del cuerpo para evitar su contaminación. El cuerpo sería envuelto con materiales especiales. Estaríamos ante un verdadero funeral en el espacio. El cadáver se almacenaría en una parte específica de la nave a una temperatura determinada cercana a la congelación. En este proceso se consigue convertir el cuerpo del fallecido en polvo. El agua del cuerpo se evapora y se expulsa al espacio exterior quedando solo un poco de polvo. Este polvo podrá ser devuelto en una urna a la familia del fallecido en la Tierra. Sin duda, el procedimiento de la agencia espacial norteamericana contempla una especie de incineración y también un rito funerario adaptado al espacio. Para el desarrollo de este protocolo la NASA contó con el asesoramiento de distintos expertos como filósofos, biólogos, psicólogos o ingenieros. En su desarrollo han tenido en cuenta en todo momento la protección de la tripulación y el mantenimiento del cumplimiento de la misión espacial.
Los funerales espaciales pueden hacerse realidad en los próximos viajes interestelares. Seguramente, los primeros funerales en el espacio generarán gran expectación mediática con una importante participación de gobiernos y medios de comunicación.
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