En los últimos años los drones se han convertido en aparatos familiares lejos de la ciencia ficción. La tecnología avanza a una velocidad increíble y estos vehículos voladores no tripulados están generando muchas oportunidades tanto para el ocio como para los negocios. Estos curiosos vehículos aéreos que se pueden controlar desde una Tablet o un teléfono móvil están creando mucha expectación. Los drones forman parte de la revolución digital y tecnológica que estamos viviendo junto con las aplicaciones móviles, el Internet de las Cosas, el coche autónomo o el desarrollo de la Inteligencia Artificial.

Los drones están siendo utilizados para múltiples aplicaciones: desde el apoyo en situaciones de emergencia para localizar heridos, para prevenir y controlar incendios forestales, para incrementar la vigilancia privada en un espacio delimitado o para grabar videos de eventos como conciertos. La logística, la medicina, la arqueología, la geología o la peritación y valoración de daños son otros nuevos campos en los que los drones vuelan muy cómodamente.

Pero los drones también se usan para el ocio. De hecho, cada día aumentan los aficionados al pilotaje de drones sin fines económicos. Todos estos cambios han impulsado que desde los distintos gobiernos se regulen los vuelos de estos nuevos aparatos. En España, es la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) quien tiene la responsabilidad de controlar estas novedosas y pequeñas aeronaves.  En el año 2018 entró en vigor una nueva normativa sobre el uso de drones. Esta nueva regulación afecta por ejemplo a los particulares, quien no pueden volar su dron ni en una ciudad ni por la noche. Además, esta normativa establece que para particulares siempre tienen que tener su dron a la vista durante el vuelo y no superar los 120 metros de altura. En la práctica, los particulares pueden volar sus drones en zonas despobladas y en zonas habilitadas específicamente para el aeromodelismo. Y siempre de día. Las multas por uso indebido de los drones pueden llegar a los 225.000 euros.

Otro punto muy importante de las normas sobre el uso de los drones es que el maneja el dron es responsable de los daños que pueda causar el aparato. Para estar protegido y evitar sorpresas es recomendable contratar un seguro para drones. Porque nunca se sabe qué puede pasar y para disfrutar con tranquilidad del pilotaje de un dron es muy recomendable contratar un seguro especial que nos cubra al menos la responsabilidad civil ante los daños que pueda causar la aeronave. Si el uso del dron es para ocio no es obligatorio contratar un seguro para drones, pero sí es recomendable. ´

Además de la responsabilidad civil hay compañías de seguros que ofrecen también coberturas ante los daños propios que pueda sufrir el aparato. En cambio, si el uso de nuestro dron es comercial la normativa aérea es muy estricta: es necesario obtener una autorización oficial, tener el título de piloto de drones comerciales, tener un certificado médico en vigor y contratar obligatoriamente un seguro de responsabilidad civil. Sea comercial o solo para ocio el manejo de los drones se tiene que hacer con responsabilidad y teniendo siempre en cuenta la normativa. Y también sea el uso que tenga el dron, se puede disfrutar de la experiencia de pilotar a distancia un aparato con la última tecnología y hacer volar nuestros sueños.  
 

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