En esta vida casi todas las cosas tienen un precio: comer, vivir en una casa, encender la luz, desplazarse en transporte, … y hasta morirse. Sí, la muerte está rodeada de una serie de gestiones y procesos que tienen sus costes y su precio. Y generalmente, un funeral, un entierro o una incineración no son precisamente baratos.
 
Además de que la muerte implica dejar de vivir, también implica gestionar todo lo relacionado con la persona fallecida. Esto conlleva desde la gestión del cuerpo fallecido (bien se vaya a enterrar o a incinerar), la gestión del ritual religioso en caso de celebrarse, la asistencia legal a los familiares del difunto, el traslado del fallecido del lugar de la muerte hasta la funeraria,… y ya no digamos nada como la persona fallezca fuera de España y sea necesario repatriar su cuerpo a su lugar de origen. Gastos, gastos y más gastos… que alguien tiene que pagar. Por esto mismo tiene su razón de ser la existencia del seguro de decesos, para cubrir estos gastos y para gestionar un montón de cuestiones en un momento muy delicado para los familiares de la persona fallecida. La prueba es que este seguro es tan útil y tan popular que más del 60% de las personas que mueren en España tienen un seguro de decesos que les gestiona todo lo relacionado con su fallecimiento.
 
Pero todos estos gastos no son igual de caros en todos los sitios. Hay importantes variaciones de precios en función del lugar. Por lo tanto, no cuesta lo mismo morirse en un sitio que en otro. Es exactamente lo mismo que vivir, ya que no es lo mismo el coste de la vida en un sitio que en otro.
 
¿Dónde es más caro morirse? Gerona, Madrid, Barcelona, Lérida y Huesca son los sitios donde hay que rascarse más el bolsillo ante un fallecimiento. Es decir, los entierros y las incineraciones son más caras en la zona noreste del país junto con Madrid. Si nos fijamos en las ciudades con más de 250.000 habitantes nos encontramos que Madrid, Vigo y Valencia son las que tienen precios más altos para los servicios funerarios.
 
Pero también hay zonas y ciudades donde morirse es más barato que la media. Aquí nos encontramos Zamora, Santa Cruz de Tenerife, Palencia, Soria y Cuenca. Entre las ciudades más baratas para realizar un entierro o una incineración están Bilbao, Murcia, Zaragoza, Las Palmas de Gran Canaria, Córdoba y Málaga.
 
En conclusión, no es lo mismo morirse en una ciudad que en otra ni el precio de los servicios funerarios son los mismos en una zona que en otra. Hasta para morirse hay sitios más baratos y más caros.
 

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