¿Te gustan las plantas? ¿Necesitas sentir en tu casa el aroma y la presencia de estos vegetales? Pues estás de enhorabuena. Puedes sacarles todo el potencial a tus plantas y, a la vez, ahorrar dinero. Para ello, te presentamos una serie de consejos que te pueden servir de gran ayuda.
Un huerto en tu casa
Si tienes dotes de agricultor y te gustaría cultivar lo que comes, ya estás tardando en montarte un huerto. Busca un sitio soleado en la terraza de tu casa o construye un parterre con materiales reciclados. Si dispones de jardín o de un terreno con acceso a agua, mejor que mejor. Si, en cambio, no dispones de espacio pues probar a construir un pequeño huerto de especias en la repisa de tu ventana. Y te preguntarás: ¿dónde está el ahorro?
Pues bien, piensa en las lechugas y tomates que pueden salir de ese pequeño huerto con un poco de mimo y dedicación o recréate con hierbas aromáticas como la albahaca o el romero que le pueden dar ese toque especial a tus platos. En un corto espacio de tiempo podrás sentir la satisfacción de comer algo que has cultivado.
Reutiliza el agua para regar tus plantas
Aprovecha todos los recursos a tu alcance para que tus plantas crezcan fuertes y sanas. El más fundamental de todos es el agua. Los españoles gastamos entre tres y seis litros de agua por persona y día, lo que supone un desperdicio considerable. Aprovecha el agua que sale de la ducha antes de que adquiera la temperatura que deseas para regar tus plantas.
También puedes dejar un pequeño cubo en la ventana para que se llene de agua de lluvia. El agua de lluvia tiene la ventaja de que no contiene cal, ni cloro, como la mayoría de las aguas para consumo humano. De esta manera, tus plantas asimilarán mejor los nutrientes y minerales que les proporciona el líquido elemento.
Abono natural
Lo mismo que te hemos explicado con el agua, lo puedes probar con los residuos orgánicos que se generan diariamente. No deseches la piel de una naranja, córtala en pedacitos y deposítala en un tiesto o una jardinera. También puedes hacerlo con mondas de patata, cáscaras de plátano o corazones de manzana. Seguro que tus plantas te lo agradecerán y reducirás sensiblemente la cantidad de residuos que generas.
Sistema de riego
Si tienes un huerto, optimiza tu sistema de riego. Hazte con un medidor de agua para saber con precisión la cantidad que necesitan tus plantas y hortalizas. El riego por goteo es la mejor opción para ahorra agua, frente al tradicional riego por inundación. Mantén a raya las malas hierbas que les quitan sustento a tus plantas, pero no las tires. Te lo explicaremos en el siguiente punto.
Recicla las malas hierbas
No hay nada mejor que el compost para nutrir tus vegetales. En lugar de gastarte una buena cifra en abonos industriales, fabrícate tu propio compost con esas malas hierbas que crecen en tu huerto. Tritura los vegetales todo lo que puedas con ayuda de unas tijeras de podar y almacénalos en un lugar adecuado. También puedes fabricar tu compost en un bidón de plástico. Al cabo de unas semanas, la materia vegetal se irá descomponiendo y estará lista para usar como abono natural.
Ahorra en cosméticos
La planta de aloe vera posee unas cualidades excepcionales para el cuidado y la correcta hidratación de la piel. Este tipo de cactus es ideal para tener en el interior de tu casa, pues no necesita mucha agua, ni grandes cuidados. Sólo tienes que conseguir una maceta de barro. A continuación, le añadimos la mitad de turba y la mitad de tierra de jardín. No olvides añadirle gravilla al fondo de la maceta para que sirva de drenaje y alivie el exceso de agua. Por último, planta el esqueje en la maceta. En un breve espacio de tiempo verás los resultados tanto en tu piel, como en tu bolsillo.