Refuerza tu sistema inmunológico con estos 10 alimentos para subir las defensas.

¿Cuántas veces has escuchado lo importante que es la alimentación para la salud? Pues bien, está demostrado que una alimentación correcta, variada y completa permite que, por un lado, nuestro cuerpo funcione con normalidad, que cubra nuestras necesidades biológicas básicas -necesitamos comer para poder vivir-; y por otro, previene o al menos reduce, el riesgo de padecer ciertas alteraciones o enfermedades a corto y largo plazo.

Los alimentos no son exactamente medicinas, pero muchos de ellos tienen nutrientes básicos para mantener el organismo en buen estado. En ocasiones evita que caigamos enfermos y otras ayuda a reducir los síntomas de resfriados, gripes y otras enfermedades que nos afectan. Os hemos preparado una lista de 10 alimentos que recomiendan los expertos, ya que contribuyen a mejorar la respuesta del cuerpo ante diversas dolencias por su capacidad de incidir en el sistema inmunológico, haciéndolo más eficiente.

Ajo

¿Quién no ha escuchado antes que antiguamente el ajo se usaba para combatir las infecciones?  Éste es un eficaz anti-bacteriano, anti-viral y anti-fúngico. Hace disminuir la presión sanguínea y retarda el endurecimiento de las arterias. Las propiedades inmunológicas del ajo se deben a su considerable concentración de compuestos de sulfuro como la alicina. Previene los resfriados y combate la fiebre.

Almendras y Pipas de calabaza

Los frutos secos siempre son un complemento que no debe faltar en la dieta mediterránea. La vitamina E que contienen las almendras es clave para un sistema inmunológico saludable. Es una vitamina liposoluble, es decir, necesita grasa para absorberla de manera adecuada. Las almendras, así como nueces y otros frutos secos, tienen ambas cosas. ¡Toma nota! Unas 46 almendras crudas con piel proveen casi el total de la dosis diaria recomendada de vitamina E.

Las pipas de calabaza son especialmente importantes para el sistema inmunológico por su alto contenido en zinc.

Arándanos

Tienen un compuesto flavonoide denominado atocianina, un chute de propiedades antioxidantes y protectoras. Son especialmente valiosos para el sistema de defensa del tracto respiratorio. Un estudio determinó que las personas que los consumían en cantidad eran menos propensas a tener infecciones respiratorias y resfriados.

Yogur o, lo que es lo mismo, los probiótios.

Estimulan la respuesta inmunitaria y mejoran el equilibrio en la microbiota intestinal. Además, aportan proteínas, calcio y zinc. Puedes incorporarlo todos los días en el desayuno, con fruta y avena.

Espinacas

Siempre hemos oído de su gran cantidad de hierro, pero lo cierto es que las espinacas tienen un alto contenido en vitaminas y minerales, y se recomienda especialmente por sus antioxidantes y beta carotenos, que incrementan la capacidad del sistema inmune. Favorecen la división celular y reparan el ADN. Hay que hervirlas muy poco para aprovechar de la mejor manera posible sus beneficios.

Cúrcuma

Es uno de los ingredientes básicos de muchos currys. Pero esta especia de color amarillo intenso y un tanto amarga se ha utilizado en muchas culturas como antiinflamatorio para los tratamientos de la artritis ósea y reumatoide. Recientes investigaciones han descubierto que las altas concentraciones de curcumina, lo que da a esta especia su color, puede ayudar a paliar los daños musculares provocados por el exceso de ejercicio.

Jengibre

Es uno de los nutrientes a los que los orientales recurren cuando están enfermos. Combate inflamaciones, como las de garganta, y también es un paliativo contra las náuseas. Su regusto picante se debe al gingerol, un pariente de la capsaicina, que es lo que provoca que determinados pimientos piquen, que reduce los dolores crónicos. Tiene propiedades que combaten el colesterol, según reciente estudios realizados con animales.

Cítricos

Limones, naranjas, pomelos o mandarinas estimulan, gracias a la vitamina C, la producción de glóbulos blancos, claves para combatir infecciones. Son especialmente recomendados para prevenir resfriados. Dado que el cuerpo no la produce ni la almacena por sí solo, es preciso ingerir alimentos que la contengan todos los días.

Kefir

Las bacterias que desarrolla este fermentado de la leche son muy saludables, especialmente para el sistema inmunológico, porque combaten otras bacterias, reducen la inflamación y aumentan la actividad antioxidante. Se puede aplicar a otros tipos de yogur, que tienen vitamina D, que estimula la producción de defensas naturales en el organismo. Es preferible tomar el que no tiene aromas ni azúcar añadidos.

Té verde

Su contenido en flavonoides, un tipo de antioxidante, es importante, pero lo que lo convierte en realmente beneficioso es el epigallocatechin gallate (EGCG), un antioxidante aún más potente que mejora la función inmunológica. El proceso de fermentación del té negro destruye buena parte de éste, por lo que es más conveniente el verde, sin fermentar. Es también una buena fuente del aminoácido L-teanina, que contribuye a la producción de componentes de los glóbulos blancos que combaten los gérmenes.

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