Por normativa todo ascensor debe tener un contrato de mantenimiento en vigor, ahora bien, dicho contrato no tiene por qué estar con el fabricante necesariamente, ni siquiera durante el periodo de garantía. La comunidad es libre de elegir un operador de mantenimiento para el ascensor del edificio de la comunidad.
El promotor de la vivienda en ocasiones querrá que la comunidad se subrogue o asuma el contrato inicialmente pactado por la promotora, pero no tiene por qué ser así, y más sabiendo que estos contratos suelen tener plazos bastante largos, cláusulas de renovación tácita e incumplimientos por bajas anticipadas.

Es recomendable optar por plazos cortos en los contratos de mantenimiento de los ascensores de la comunidad de vecinos, de 1 o 2 años. En este sentido conviene saber que hay muchas empresas de mantenimiento que, para captar contratos, cuentan con equipos de abogados subcontratados y asumen el coste de la indemnización si fracasan en los tribunales. Aquí lo que conviene tener claro es cómo nos garantizan que podrán asumir, llegado el momento, ese compromiso.

Conviene estar atento a los incumplimientos del actual titular del contrato de mantenimiento, que notificaremos por burofax constantemente, para poder tener bases para una resolución por incumplimiento contractual. En caso contrario, si queremos agotar el plazo, atentos a los periodos de previstos, hay que marcarlos claramente en el calendario.

Alrededor de los contratos de mantenimiento se ha establecido toda una guerra que está incluyendo:

El robo de piezas de ascensores

Cada firma tiene piezas propias, y aunque están obligados a venderlas a terceros, hay quien señala que se dificulta la obtención de algunas piezas, lo que explicaría este mercado negro, conjuntamente con una rebaja sustancial en los precios. Existen fuertes rumores sobre sabotajes por parte de empresas de mantenimiento una vez que saben a ciencia cierta que van a perder el contrato de mantenimiento, con fallos programados para dificultar el trabajo de los nuevos operarios.

Potencia eléctrica y línea telefónica

El mantenimiento es el gasto más costoso, pero hay dos aspectos que pueden ayudar a recortar la factura como pueden ser, la potencia eléctrica y la línea telefónica. En escenarios como los actuales, con subidas en el precio de la electricidad, la posible solución para reducir el coste eléctrico asociado al ascensor pasa por hacer un estudio de la potencia eléctrica instalada en la comunidad y comprobar si está sobredimensionada, para en su caso solicitar reducirla.

Además se pueden introducir modificaciones en los ascensores

​Como puede ser el apagado automático de luces, optimizaciones de moto. También lo que podemos hacer es renegociar con la compañía eléctrica o buscar otro suministrador aunque lo cierto es que normalmente se saca poco o nada. Los ascensores que no sean muy antiguos conllevan necesariamente la instalación de una línea telefónica de asistencia, una línea que por defecto se monta fija. Las alternativas para abaratarlo pasan por renegociar con la compañía de teléfonos, buscar otra alternativa en la competencia de línea fija o, la solución más moderna, montarlo sobre una línea de móvil.

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